18 abr 2013

COMO CUBRIR UNA TARTA CON FONDANT



Vayan dos aclaraciones de antemano… la primera es que, como sabéis, no soy ningún experto en el arte del sugarcraft, y la segunda es que me fascinan las tartas decoradas con fondant. Lo primero tiene solución pero lo segundo no jeje. Con esto quiero decir que este tutorial, lejos de ser una clase magistral, simplemente os dará una visión más de cómo trabajar y cubrir una tarta con fondant. Lo que sé, lo he ido aprendiendo de forma autodidacta y a base de prueba y error, por eso estoy seguro de que mi técnica mejorará con el tiempo (al menos es la intención).

El fondant es una pasta de azúcar que podemos hacer nosotr@s mism@s, aunque en ese sentido, yo me declaro fan del fondant que ya viene preparado. Lo encontraremos de diferentes marcas, en gran cantidad de colores listos para usar... e incluso de diferentes sabores, siendo el más habitual el de vainilla. De las marcas que he probado, por el momento mi favorita es Funcakes.

Antes de poder cubrir cualquier tarta tenemos que tener en cuenta un par de cosas. La primera y más importante, es que la tarta que cubriremos esté lista para ello (en este tutorial os explico cómo rellenar y cubrirla) procurando que la superficie de la misma esté lo más lisa posible.


Lo segundo a tener en cuenta es disponer de los materiales e ingredientes necesarios que, como mínimo serán el fondant, un rodillo (antiadherente), una superficie antiadherente o en su defecto un poco de azúcar glass y un cuchillo o cortapizzas.

Empezaremos preparando la superficie (yo uso una lámina de Ikea que va de maravilla). Cogemos el fondant y lo amasamos suavemente para que coja algo de temperatura y nos sea más fácil extenderlo. En cuanto a la cantidad que necesitamos, dependerá del tamaño de la tarta a cubrir. Para una tarta de 22cm de diámetro tendremos suficiente con unos 300 gr.


Con el rodillo empezamos a extender el fondant con cuidado de no dañar ni marcar la superficie. Una de las pegas del fondant es que es muy delicado.

Como veis en el ejemplo que os muestro, mezclé fondant blanco y amarillo para conseguir un efecto diferente, tipo degradado (no quedó exactamente como buscaba).

Debemos intentar extenderlo de forma que nos quede redondo (si la tarta es redonda claro) y cuanto más fino mejor. Para ello, es muy útil un rodillo como el que uso, es de la marca Wilton y tiene anillas de diferentes tamaños que podemos intercambiar para conseguir el grosor que buscamos. A parte de la superficie de la tarta y los laterales, tenemos que calcular unos tres o cuatro dedos más de fondant para no quedarnos cortos.


Una vez extendido, con mucho cuidado trasladamos el fondant (podemos enrollarlo en el rodillo o manejarlo con las manos) a la tarta y lo presentamos intentando centrarlo.


Con la ayuda de una paleta alisadora (si no tenemos nos ayudamos de la mano que debe estar totalmente limpia y seca) alisamos la superficie de la tarta y progresivamente vamos alisando los laterales, procurando que no queden arrugas en el fondant.



Una vez tenemos toda la tarta cubierta (tened toda la paciencia del mundo si hace falta, no tengáis prisa en este proceso) cortaremos con el cuchillo o cortapizzas el sobrante justo al ras de la tarta.


 
Y ya la tenemos lista para seguir decorando a vuestro gusto!


PD: Si os sobra fondant, lo podemos almacenar en una bolsa bien cerrada y siempre fuera de la nevera (yo utilizo las bolsas con cierre tipo zip).

PD: ya tengo en casa fondant blanco con sabor marshmallow (nube) y ya tengo en mente el de sabor banana!

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